domingo, 5 de junio de 2011

Del sensual acoso de un fascista en el jardín de un jovencísimo Matías Parts

-Cuéntemelo todo tal y como lo recuerde, Sr. Parts.
-Es que...
-Usted cuénteme lo que recuerde. Si falta algo, seguiremos investigando.
-Bueno... Era domingo... Saqué unas sillas plegables al césped del Kremlin para tomar un Lloniuoquer y al rato noté que él estaba quieto en la acera, mirándome con sus sensuales ojos...
-No tiene que encubrirle, Sr. Parts. Lo que le hizo no estuvo bien. Por favor, cuéntemelo tal y como lo recuerde.
-Vale... Pasó, más o menos, hace treinta años... Como le digo, estaba allí, mirándome con sus ojazos zahínos mientras se oía desde la ventana un disco de KC & the Sunshine Band...

El Kremlin, 1977...



-¿Generalísimo, es usted?
-I'm your boogie man.
-¿Qué quiere?
-Turn me on.
-¿Qué? ¿Qué dice?
-Do what you want.
-¡Qué dice, mi general? ¡Ha debido usted perder el juicio!
-I'm here to do whatever I can.


-Y entonces, agente, se me acercó. Se sentó en la otra silla y se sirvió un Lloniuoquer él también. No se lo quería beber: únicamente lamía el borde de la copa.
- ¿No se supone que estaba muerto?
-Ah, eso pensaba yo también. No sólo no estaba muerto, sino que estaba más guapo que nunca... ¡Ese cerdo!
-¡Céntrese, señor Parts! Empezó a lamer su copa de Lloni Guólquer...
-De Lloniuoquer y... y... entonces no dejó de mirarme ni un segundo.

-¿Qué quiere, general?
-To wanna take you, to wanna hold you. I wanna give my all, all to you.
-Pero, ¿por qué yo, mi general?
-I want you to completely understand just where I'm and that's where I am. Oh, yeah!


-¿Y qué pasó entonces?
-Pues verá, se acercó para besarme, y justo cuando sus labios me iban a tocar, noté que estaba hecho de cuero. Abrí los ojos y estaba besando un libro grande.
-¿Es ahí cuando vio por primera vez la Constitución Española?
-En ese justo momento: ahí la tenía. Era el primero el verla.
-Y que sea todo tan verosímil...
-Oh yeah, officer!

1 comentario:

Anónimo dijo...

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